Los restaurantes de influencia asiática están pegando muy fuerte en Madrid, StreetXo, Nakeima, Chuka, etc., podemos decir que tenemos una auténtica asian-revolution conquistando la capital con unos resultados fantásticos. SOY KITCHEN, entre ellos, consigue dar una vuelta de tuerca a esa revolución, algo inesperado, original y sorprendente difícil de describir con palabras, lo intentaremos no obstante para que no os quedéis con la intriga.
Soy Kitchen es Jongping Zhang, su alma mater, un chino de Pekín al que todo el mundo conoce como Julio y que por su estética modernilla y corte de pelo confundiríais con un hipster cualquiera de los que te cruzas por Malasaña o Conde Duque. Julio aprendió su oficio en Hong Kong y lo complementó y mejoró en España, más concretamente en Pamplona, donde absorbió la esencia de la cocina española y ganó el premio al mejor pintxo de la ciudad. De esta mezcla, sólo pueden salir cosas buenas.
La decoración es algo completamente secundario en el restaurante. Es un bar en la Plaza de los Mostenses en el que, a primera vista, sólo pararíais a pedir cambio para el parquímetro o para sacar tabaco. Dividido en dos plantas, la de abajo con la estética comentada y adornada por una buena tragaperras -no hay bareto cutre que no la tenga- y la de arriba, donde está el comedor con 5-6 mesas, está recién reformada pero no llama la atención por prácticamente nada, decorativamente hablando.
El servicio es rápido, amable y eficaz, muy atento para explicar los detalles de los platos, francamente difíciles de retener. Julio atiende personalmente las mesas y pregunta la opinión de los clientes, si tienen alergias o les gusta el picante, aconseja el modo de comer cada plato y te contesta cualquier pregunta que le hagas.
¿Que cómo es la carta? Buena pregunta, porque no tiene. Julio compra a diario el producto que le ofrece el Mercado de Mostenses (enfrente del restaurante) y en función de eso, elabora diariamente su carta particular, con toques españoles, coreanos, chinos, japoneses y tailandeses. La mecánica es que, según su inspiración diaria, hay varios platos que funcionan como entrantes para compartir -raciones generosas- y luego varias opciones de pescado, marisco o carne. Cuando no puedes más, le dices STOP y ya no te traen más comida.
Lo que nosotras probamos:
- Caldo de buey de mar (sabrosísimo)
- Atún quemado con trufa, berberecho y huevas de tobiko (muy rico)
- Ensalada de: tomate navarro, cilantro, chipirón, solomillo-steak tartare, huevas de centollo, fideos, ajo quemado, espinaca y salsa de cacahuete y soja (a priori no atrae la mezcla, pero os aseguramos que es una bomba que hay que probar, sí o sí)
- Coco cocinado dentro de un coco con pepino, ajo negro, piñones y navajas (también sabroso y rico)
- Cangrejos sin cáscara (buenísimos y crujientes)
- Bogavante entero (con una salsa muy rica y en su punto)
- Postre de Mochi
El precio medio de una comida con vino y postre ronda los 50€, que no es barato pero os podemos decir que hablamos de raciones bastante generosas.
EL VEREDICTO DE MAD QUEENS: 8,5/10 Las Queens no podemos negar lo mucho que nos ha impactado Soy Kitchen, nada es como te lo cuentan, hay que vivirlo. Le damos esta puntuación por la originalidad y capacidad de sorprender de Julio, ninguno de los platos que probamos nos dejó indiferentes y repetiríamos sin duda. El punto negativo podría parecer el local, pero creemos que hasta eso tiene su encanto y que si lo cambiaran de aspecto y de zona, ya no sería lo mismo. Ojo a los vinos que son caretes.
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